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lunes, 6 de septiembre de 2010

La publicidad y el mundo del espectáculo

Marcas, marcas y más marcas aparecen todos los días: ropa, revistas, comestibles, cuidado personal, tecnológicos, etc. Ellas compiten por sobresalir en un mercado abarrotado de productos y servicios con características y beneficios muy similares. Entonces, ¿cómo diferenciar una marca en particular? Una marca ofrece más que bienes determinados pues los valores agregados no tangibles son las que los hacen atractivos, su propósito es hacernos sentir satisfechos y que las recordemos.

Para diferenciarse del resto en el espacio público los anuncios deben ser lo más creativos posibles en concepto y realización, de ser posible, que interactúen con el público.






Un caso en particular es la publicidad en los centros comerciales. Estos espacios son visitados a diario por miles de potenciales compradores que son bombardeados de información que los persuada a adquirir lo que se les ofrece; sin embargo el consumo no es solo material, es también visual pues los afiches, vitrinas y su ubicación comunican el mundo mágico de la marca.




Por ejemplo, una vidriera con un panel táctil interactivo de un equipo de celular Nokia permite simular sus funciones.



Otro ejemplo es el diseño de escaparates siguiendo un concepto: lucir bien en todo momento. La escena que crean es dramática por la composición, la sensación de la fuerza del viento y el fondo de la ciudad mayormente gris.

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